Agenda para el Territorio Conurbado Otún-Chinchiná.


Agenda para el Territorio Conurbado Otún-Chinchiná.

Por Gonzalo Duque-Escobar*

Portada: Nevado del Ruiz, por Jaime Duque-E.; y Viaducto César Gaviria T., de Pereira.

  • El territorio

En este territorio del trópico andino, donde se asentaron los Quimbayas conocidos por su orfebrería aurífera con técnicas de metalurgia avanzadas y tejidos de algodón, aparecen dos de las capitales cafeteras ya conurbadas de facto entre Risaralda y Caldas: Pereira-Dosquebradas y Manizales-Villamaría, a las que se suman cuatro municipios más que podrían beneficiarse de una moderna revolución urbana: Santa Rosa de Cabal fundada en 1844 por Fermín López, Marsella ubicada a 33 kilómetros al noroeste de Pereira antes Villa Rica de Segovia desde su erección en 1860, Palestina fundada en 1855 y Chinchiná fundada como San Francisco en 1857, que al igual que las anteriores también fueron poblaciones surgidas en desarrollo de la Colonización Antioqueña del Siglo XIX.

Hoy en día, a los vertimientos que ubican al Chinchiná y al Otún en el Top 10 de los ríos urbanos más contaminados de Colombia, se suman la amenaza del cambio climático y la fragmentación social y espacial del territorio, con sus pasivos ambientales en zonas de frágiles laderas.  

Ver: De la aldea cafetera a la ciudad fragmentada.

  • Ciudad Región y revolución urbana

Imagen 01: Izq. Ciudad Región del Eje Cafetero con las Potenciales Áreas Metropolitanas. Der: Subregión Centro Sur de Caldas (Caleidoscopios Urbanos); y Área Metropolitana Centro Occidente (AMCO).

Si a los Habitantes de Pereira-Dosquebradas que son 658 mil, y a los de Manizales-Villamaría  que llegan a 526 mil, sumamos los de Santa Rosa, Marsella, Chinchiná y Palestina, la Ciudad Región entre las cuencas del río Otún y el Río Chinchiná alcanzaría 1 millón 356 mil habitantes, de ellos el 56% de Risaralda y el 44% de Caldas, aunque la cuantía subiría a 1 millón 411 mil habitantes al añadir a La Virginia con 28 mil habitantes por pertenecer al AMCO y a Neira con 27 mil habitantes como Municipio del Centro Sur de Caldas. Siendo así, además de requerirse la declaratorio del Área Metropolitana del Centro Sur de Caldas, ¿por qué no crear el Área Metropolitana del Quindío con seis municipios que aportarían 510 mil habitantes y vincular a Cartago que aportaría otros 135 mil habitantes, para alcanzar en conjunto los 2 millones 56 mil habitantes?

Como referente: aunque Medellín es 1,8 veces más compacta que las capitales cafeteras que son ciudades intermedias, pero de pequeño tamaño, Pereira que tiene una densidad similar a la de Manizales, a quien supera al haber declarado su área metropolitana y por haber implementado el Megabus.

La importancia de la Ciudad Región del Eje Cafetero, consolidando las Áreas Metropolitanas en el marco de la Ley 1625 de 2013 que previene los nefastos impactos del municipio núcleo como condición previa, es facilitar una moderna revolución urbana para conformar un gran mercado regional y generar mayor riqueza para resolver la precaria participación del PIB regional y redistribuir sus beneficios en el territorio descentralizando la infraestructura social y productiva en beneficio de los municipios de la periferia sin menoscabo de su autonomía en lugar de concentrar el PIB regional en las capitales, gracias a los modernos instrumentos de ordenamiento territorial que ofrece la Ley sobre Áreas Metropolitanas.

Esta fórmula difiere de las posibilidades de una asociación de municipios, donde las carencias impiden enfrentar el gran desafío de la planificación, de resolver la fragmentación socioespacial que propicia los guetos urbanos, haciendo del sistema de ciudades el nuevo motor del desarrollo económico.

  • La economía y dinámica del PIB.

Imagen 02: Izq: El comercio, la agricultura y el turismo los principales sectores del PIB del Eje Cafetero, cuya participación a nivel nacional llego al 4% en 2019. DANE- La República. Der: Dinámica de la participación del PIB del Eje Cafetero entre 1976 y 2010, mostrando un descenso del 6% al 4% a nivel nacional. En La Patria.

El Eje Cafetero es un territorio de gran potencial cultural, económico y natural. Si en el eje Pereira-Manizales actualmente el turismo como campo presenta las mayores dinámicas de crecimiento gracias al aviturismo y a la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad para el Paisaje Cultural Cafetero por la Unesco (2011), lo que se suma a los jolgorios, festividades y demás lugares turísticos del territorio, las principales actividades económicas de este territorio son el comercio, la industria y la agricultura.

En cuanto al agro, donde sobresalen la agroindustria cafetera, aguacatera y del plátano, además de la papa, los frutales de clima frío, las leguminosas, las hortalizas y los cítricos, aunque en el sector primario se suman otras actividades a menor escala como maderables, minería y actividades pecuarias, el desafío debe ser, cómo implementar estrategias para migrar de la sociedad industrial de ayer a la sociedad del conocimiento. Evidentemente, un nuevo modelo educativo y la conectividad digital, son las claves.

A nivel mundial, las áreas metropolitanas al concentrar el 41% de la población urbana, son motores económicos que contribuyen con cerca del 60% del PIB global. De ahí la importancia de la ciudad Región para la integración del Occidente Colombiano, al propiciar la consolidación efectiva de una gran ciudad región conformada por Cali, Medellín y el Eje Cafetero.

Si la participación del Eje Cafetero ha presentado dos cambios: la pérdida de participación en el PIB nacional, dado que si en los setenta contribuía con el 7,1%, en lo corrido del siglo debido a su crecimiento promedio anual de 2,9% que ha estado por debajo del consolidado nacional, solo aporta el 4%; y segundo, si a finales del siglo XIX la actividad económica se soportó en el café que entre 1950–1975 representó entre el 20% y 25% del PIB regional, o el 4,5% en promedio entre 2001–2010; hoy la estructura de la economía regional depende del Sector Terciario al englobarse en actividades relacionadas con servicios y comercio.

  • Tren de cercanías

Imagen 03- Líneas del Antiguo Ferrocarril de Caldas- Año 1950- Estación Manizales del Ferrocarril de Caldas inaugurada en 1927.

Al recuperar la banca del antiguo Ferrocarril de Caldas se puede implementar un tren-tranvía como tren de cercanías entre Manizales y Pereira, como medio de transporte público integrado, verde y estratégico, con un impacto económico enorme que llegaría hasta Cartago y Armenia por ser parte del escenario ya conurbado de facto.

Lo anterior, que supone pasar del Tren al Tranvía en Villamaría, Dosquebradas y la Tebaida, para no afectar las zonas urbanas de Manizales, Pereira y Armenia, permitiría resolver la esclerosis en la movilidad relacionada con un crecimiento anual cercano al 10% en el transporte motorizado de las capitales cafeteras, soportado en carros y motos. Mientras la longitud de la línea entre Puerto Caldas y Manizales dotada de 11 túneles, fue de 117 kilómetros, no se encuentra información de la de Armenia que partiendo de Pereira se desvía en Nacederos con una extensión de 30 Km hasta Quimbaya, desde donde continúa con 24 km para entrar a Armenia por el costado de La Tebaida.

  • Ruralidad, Ecoturismo y PCC

Imagen 04: Gini de la tierra 2009 para Colombia y Caldas (IDH y IGAC), y NBI al 2012 en Caldas (DANE)

Dada la brecha de productividad e ingresos entre las capitales cafetera y los medios rurales, además de políticas que dé respuesta a temas como el derecho a la tierra, la sostenibilidad ambiental y la economía agropecuaria y agroalimentaria, para poner al día el reconocimiento político al campesino y a la campesina como sujetos históricos cuyos derechos se han vulnerado, se requiere diferenciar entre los escenarios donde imperan las unidades agroindustriales, de los asentamientos rurales donde impera un modelo de producción artesanal. Como Referente, en Caldas los habitantes rurales suman 190 habitantes, contra 300 mil de las cabeceras y 450 mil urbanos de la capital.

Lo anterior permitirá implementar una reforma agraria que le garantice al campesino acceso a la tierra y demás factores de producción, mediante una política de ciencia y tecnología imbricada con la cultura ancestral para soportar un modelo de producción autárquico que, complementado con la oferta de bienes certificados y servicios ambientales, salde esta deuda ya centenaria.

Si el cultivo del café sólo aporta el 0.8 % al PIB del país, dado que el turismo puede ser el 10% y generar uno de cada ocho empleos; entonces, se debería implementar el ecoturismo comunitario en lugar del extractivismo turístico, combinado con estrategias de formación en tecnologías blandas como aviturismo, culinaria, música y artesanías certificadas con denominación de origen, para preservar el PNN de los nevados y los ecosistemas cafeteros, permitiendo cerrar la brecha de productividad e ingresos entre ciudad y campo.

Esta estrategia que haría del Paisaje Cultural Cafetero un factor de desarrollo soportado en los atributos que le reconoció la UNESCO, fortalece la economía autárquica campesina al incorporar ciencia y tecnología con cultura y medio ecosistémico, si se apalanca con un programa de vías lentas que cruce poblados lentos, tal cual  propuso hace años la Sociedad de Mejoras Públicas de Marsella, que quiso implementar una vía lenta entre Pereira y Chinchiná a lo largo de esta carretera que corta microcuencas que drenan al Cauca, hasta llegar al poblado, para seguir por la cuenca del río San Francisco por El Trébol, hasta Chinchiná y Palestina.

  • Un jardín deforestado: ¿Y la cultura campesina?

Imagen 05: La ecorregión cafetera- escenarios de cambio climático al 2100, y usos potenciales y actuales del suelo al 2000.

En la Ecorregión Cafetera, la gravedad de la deforestación se expresa en los conflictos en el uso del suelo de los medios rurales señalados por el SIR y Alma Mater (2002), al señalar que: mientras la superficie apta para potreros es del 4% del territorio, hay coberturas en tal uso de 49%; y aunque el potencial forestal de la Ecorregión es del 54%, sólo hay bosques en el 19% del territorio. Una situación similar se observa en los indicadores de Caldas.

Ahora, para no repetir el ecocidio de los guaduales, cuya superficie 200 años se redujo de doce millones de hectáreas, a 50 mil en todo Colombia, o con los bosques secos del país que de una extensión de 9 millones de hectáreas solo resta el 8% según el IAvH, empecemos por preservar los escasos relictos de nuestras selvas nubladas que en Colombia llegaron a sumar 9,7 millones de hectáreas y de las que sólo resta la cuarta parte, para mitigar el riesgo de sequía y suministro de agua en las cuencas aferentes al Río Cauca, mitigando la amenaza antrópica mediante acciones judiciales efectivas, como también de protección, recuperación y adaptación al cambio climático.

La amenaza climática que conlleva ahora una mayor frecuencia de eventos climáticos extremos que se traducirán en falta de agua y desastres naturales, y en la pérdida de biodiversidad dada la fragmentación de los ecosistemas por el incremento de la temperatura, exige mitigar la amenaza del cambio climático en todo el territorio priorizando la reforestación de cuencas mediante estrategias de ordenamiento territorial que resuelvan los conflictos entre uso y aptitud del suelo, a partir de modelos participativos y concertados de reconversión productiva económicamente viables, que se soporten en la apropiación social del territorio, pero también en la recuperación de la economía rural en lugar de apostarle a las aguacateras y con ello a la actual extranjerización de la tierra y a los modelados en áreas que deberían ser declaradas de interés ambiental, por ser cuencas abastecedoras de agua..

Al respecto, no se debe confundir la agroindustria de base química y extensos monocultivos, con la agricultura autárquica tradicional campesina.

  • Epilogo 1: Dimensiones Ambiental y Social.

Imagen 06- Pasivos ambientales en zonas urbanas y rurales de Caldas: Barrio Bajo Andes en Manizales. Fuente, Revistainvi.uchile.cl; Monocultivo de Café, y Aguacatera en Neira. Fuentes, FNC y Blog SMP.

En lo ambiental, si bien el escenario de las transformaciones del medio muestra logros significativos en la tecnología del control de la erosión y la prevención de los desastres, como hábitat el territorio con sus guetos urbanos de estructura tugurizada ubicados en las zonas de riesgo con grandes pasivos ambientales, constituyen lugares donde el tejido social casi ha colapsado, la sociedad se ha fragmentado y la pobreza extrema arrincona a las personas entre la informalidad y la delincuencia. Si le apostáramos a los ecoparques y a los ríos urbanos, se podrían implementar estrategias productivas vinculantes con opciones para los más pobres.

Aquí la propuesta es que, además de abordar la adaptación al cambio climático se descentralice la infraestructura periurbana popular para desarrollar ciudadelas autosuficientes, como estrategia que, articulada a la capacitación en artes y oficios, posibilita el desarrollo del tejido social en las comunas de bajos estratos y en los corregimientos, favoreciendo además la movilidad autónoma al acercar la vivienda y el área de trabajo, se equilibre el equipamiento urbano con obras sociales, culturales, recreativas y de servicios, con recursos que se pueden financiar con la plusvalía urbana históricamente capturada por el mercado inmobiliario.

En lo social, estas capitales aunque pujantes y con y laboriosa, hoy no ofrecen alternativas para los pobres rurales y urbanos, donde la brecha educativa y de ingresos arrincona a una masa importante de desposeídos afectada por las contradicciones que padecen las sociedades de consumo en los escenarios urbanos, razón por la cual se da el creciente deterioro social que se expresa en delincuencia juvenil, drogadicción y legiones de desempleados e informales; o peor aún, en el 50% de los niños desnutridos según información del Foro por Caldas, y más del 80% de población que padece hambre.

Por lo tanto, a modo de propuesta, en lo social habrá que priorizar el desarrollo del capital humano y social sobre el crecimiento económico, y generar una estrategia de capacitación en tecnologías blandas orientadas al ecoturismo, la gastronomía, el teatro, la música y la producción artesanal certificada con identidad territorial para los sectores más pobres de los medios rurales y urbanos;  máxime ahora cuando los actores sociales han decidido apostarle a la sociedad del conocimiento como estrategia de desarrollo en un escenario donde la enorme brecha educativa existente, debe ofrecer opciones para insertar a los menos favorecidos a la sociedad del conocimiento.

  • Epilogo 2: Lo económico y lo Político-Institucional

Imagen 07: Umbra – los mundos de Samoga; y Cenicafé en Planalto

En lo económico, si bien en la década de 1920 el meridiano económico de Colombia pasó por Manizales, el que ahora cerca del 50% del PIB regional se concentre en las capitales, solo refleja la pobreza del campo asociada a la enorme brecha de productividad e ingresos entre los sectores económicos de los medios urbanos y rurales. Y frente a la preocupante obsolescencia del sector industrial, tenemos la barrera del desempleo cuya causa real parte del precario nivel de una educación de baja calidad y mal orientada que, por estar concebida para la sociedad industrial de ayer y no para la sociedad del conocimiento, no desarrolla el talento humano, constituyéndose en un freno estructural para acceder a la ciencia, la tecnología y la innovación, y en la causa del profundo cambio en la estructura del empleo consecuencia de una revolución industrial cada vez menos intensiva en mano de obra.

Por lo tanto, para esta dimensión indudablemente, tras aplicar una estrategia educativa soportada en un nuevo modelo que vaya más allá de las ciencias, las matemáticas y el lenguaje, incorporando las artes, las ciencias sociales, la cultura y la formación del cuerpo humana, habrá que apostarle a la ciencia, la tecnología y la innovación imbricadas con la cultura, para integrar los valores y saberes ancestrales al conocimiento, buscando reconvertir el aparato productivo, no solo mirando al campo, sino también la estructura de nuestra economía urbana.

Finalmente en lo político-institucional, si ayer  tras haber industrializado el Café y construido el Cable Aéreo y el Ferrocarril de Caldas, además de crear el Departamento, la Cámara de Comercio y la SMP de Manizales y haber logrado que el meridiano económico de Colombia pasara por la región, tras haber creado el Instituto Universitario y la Normal como apuestas educativas también fuimos reconocidos como el Departamento Modelo de Colombia, en los actuales tiempos además de la pérdida del liderazgo social y político que se evidencia en la gestión de los proyectos estratégicos de la región, la moral pública se ha venido derrumbando como consecuencia de una cultura de antivalores donde la corrupción campea.

Si en lo político-institucional, la propuesta es sustituir la gobernabilidad por la gobernanza para fortalecer el Estado y apostarle a construir una democracia participativa nutrida en la civilidad como valor supremo de la cultura urbana, también se propone construir consensos regionales sobre proyectos estratégicos en el marco de una revolución urbana y de cara a la posición geoestratégica del territorio, y apostarle a la adaptación al cambio climático con enfoques socioambientales para los medios rurales y urbanos.

Contraportada: Pereira antigua, en Concejopereira.gov.co; y Manizales en la década de 1920. C. de H. de Manizales. Foto: Panoramio.

Gracias. Gonzalo Duque-Escobar; Profesor de la U.N. de Colombia, Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Caldas, Socio Honorario de la SCIA, y Socio de la SMP Manizales. http://godues.webs.com  Manizales, julio 4 de 2023. Documento del Museo Interactivo Samoga.

Fuentes bibliográficas y de consulta:

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