Colombia- problemáticas ambientales en zonas costeras

Colombia- problemáticas ambientales en zonas costeras

Por: Gonzalo Duque-Escobar*

Manizales, julio 20 de 2023

Portada:  Portada: Bioma litoral costero. Por: ROSA RINCÓN. Contraportada: Costas Norte y

Introducción

Imagen 1- Fronteras de Colombia, antes y después del fallo de la CIJ en 2012. C.C. del Océano. 

Colombia, además de poseer una superficie continental de 1´141.748 km2, cuenta con 928.660 km2 de áreas marítimas separadas por una línea de costa de 2900 km, 1600 kilómetros en el Mar Caribe y 1.300 km en el Océano Pacífico. La zona costera colombiana, donde además de  asentamientos urbanos se presentan características específicas naturales asociadas a sus ecosistemas diversos y culturales con sus particularidades  demográficas, sociales y económicas, que condicionan  las actividades humanas para poder garantizar una producción sostenible de bienes y servicios, exige resolver la falta de planificación y control, y la inadecuada disposición de los residuos y vertimientos que degradan zonas marinas y estuarios, generando impactos sobre los asentamientos humanos y los ecosistemas marino-costeros, como lo son los arrecifes coralinos que, además de actuar como barrera natural contra las fuerzas del mar, contribuyen a la pervivencia y estabilidad de los ecosistemas, al igual que los manglares que lo hacen como hábitat de especies y barrera natural contra vientos, inundaciones y huracanes.

Contaminación, erosión y presión demográfica

Imagen 2: Colombia- Colombia- Regiones Caribe, Pacífico e Insulares. Minambiente. Y Vulnerabilidad por Erosión Costera. Ricaurte et al 2018.

Si para el litoral Caribe, además de la carga contaminante de residuos urbanos, agrícolas e industriales que vierte el Magdalena y que están comprometiendo la cantidad y calidad del agua y de suelo disponible, está el cambio climático que se expresa en aumento del nivel del mar y de la erosión costera, también la carga de sedimentos que se traduce en pérdida de corales y de la pesca, contribuye a la degradación de manglares y pastos marinos.

Y particularmente en el caso del archipiélago, la problemática de San Andrés pasa no sólo por la amenaza del cambio climático, sino también por el tema de identidad cultural del pueblo raizal, y por el colapso inminente de los servicios ambientales debido a la sobrepoblación y vertimiento inadecuado de aguas residuales en un entorno ecológico frágil, lo que se traduce no solo en déficit de agua potable, sino también en el blanqueamiento de corales y en problemas estructurales sanitarios.

A evaluar impactos

Imagen 3- Colombia- Regiones Caribe, Pacífico e Insulares. Minambiente. Wikipedia.org y Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en Ecured.cu

Mientras el Caribe colombiano con 589 mil Km2 brilla por sus ecosistemas coralinos, manglares, playas, lagunas costeras y estuarios, y una plataforma con praderas de pastos marinos y fondos rocosos y blandos de arena y fango, con variada fauna y flora, lo que incluye las islas, cayos, bajos y el mar abierto que rodea al Archipiélago, también el Pacífico colombiano con 339 mil Km2, y sus costas húmedas de arena, acantilados y manglares, hace parte de un sistema insular que parte de la Isla Cocos, pasa por Gorgona y Malpelo y cierra en las Islas Galápagos, para conformar un corredor marino utilizado por ballenas, tortugas, atunes y especies migratorias.

Si del territorio colombiano, que suma 2.070.408 km2, la longitud de la línea de costa es de 3.531 km y la extensión de las Aguas jurisdiccionales es 892.102 km2, también la Zona costera emergida (continental e  insular) es de 16.128 km2, de ellos 7.673 km2 en el Caribe y 8.456 km2 en el Pacífico; entonces, se requiere valorar los impactos que ocasionan dichas problemáticas, y elaborar un análisis integral de las amenazas y vulnerabilidad de los ecosistemas y la población, para plantear alternativas y estrategias de mitigación del riesgo en  la franja marino- costera e insular, donde los insumos son las amenazas naturales, antrópicas y  climatológicas, y la fragilidad de la población humana y de los ecosistemas expuestos.

Tejiendo mares

Imagen 4- Ferrocarril Verde Urabá-Cupica e Hidrovía del Atrato. El Colombiano. Ferrocarril interoceánico y Crecimiento del Comercio global superando al del PIB

A través de Cupica es posible articular los mares de Colombia mediante un ferrocarril interoceánico que, avanzando por Vigía del Fuerte y pasando por Chigorodó para no presionar los PNN y salvar el tapón del Darién, llegue a Urabá y se complemente con la hidrovía del Atrato. Este proyecto, en lugar de desconocer los derechos bioculturales de este territorio biodiverso, pluricultural y multiétnico, y de competir con los puertos de Buenaventura y Cartagena, puede prevenir un enclave y facilitar el desarrollo del Andén Pacífico al hacer socias a las comunidades locales propietarias de la tierra.

Problemáticas específicas 1 de 3

En San Andrés, al tiempo que su único relleno sanitario está a punto de llegar al tope sin que existan otras alternativas, con los lixiviados del relleno y el vertimiento de las aguas residuales sin tratamiento alguno, además de contaminar los acuíferos de aguas dulces, se está degradando el “mar de 7 colores. Añádase el impacto de 25.000 toneladas de residuos que van a aguas circundantes afectando los corales de la Reserva de la Biosfera Seaflower, como ecosistema protegido por la Unesco desde 2000.

Para Cartagena, además del Canal del Dique que con sus sedimentos está blanqueando los corales de las Isla del Rosario, las otras fuentes contaminantes de la bahía de Cartagena y en su orden de importancia, son: la zona industrial de Mamonal, las aguas residuales, las termoeléctricas y otras actividades. Súmense a lo anterior, las afectaciones en los cuerpos de agua, ausencia de árboles, contaminación por ruido y residuos sólidos, además de los malos olores en algunos lugares.

Problemáticas específicas 2 de 3

Santa Marta, presenta problemáticas severas por contaminación del aire, descuido de los recursos naturales, tala de árboles y deficiencia en procesos de ordenamiento territorial. Pero igualmente, la Ciénaga Grande se encuentra en estado agónico: además de su salinización, nuevamente se están muriendo los manglares y se ha registrado una mortandad de peces en la ciénaga de Pajarales por falta de oxígeno debido a la dilución de la materia orgánica descompuesta y por la prolongada sequía.

Y en Urabá, donde las prácticas de las bananeras y la fumigación contra la sigatoka negra que no son las más adecuadas y que están comprometiendo la salud humana, también están los impactos ambientales generados por la actividad antrópica, entre ellos la contaminación de las aguas marinas, estuarinas y costeras, que se acrecientan, ya que gracias a los monitoreos de INVEMAR se han podido detectar concentraciones microbianas en las playas del golfo no aptas para su uso por bañistas para natación y buceo.

Problemáticas específicas 3 de 3

En Buenaventura, la carencia de espacios públicos adecuados en el área urbana, ha conducido a consolidar nuevos territorios ganados al mar, aunque urge mejorar la calidad ambiental del mar y de los espacios de playas, dado que la gestión ambiental es débil e insipiente respecto a la magnitud de los problemas ambientales urbanos que se están presentando, en especial en los no consolidados y en los de primera consolidación, que requieren de infraestructura de servicios públicos, además de la dotación de equipamientos.

En Tumaco los plásticos y desechos se han tomaron las calles y vías fluviales, lo que incluye las playas del Bajito donde se acumulan toneladas. Pero también, a los males de la guerra y de la pobreza en este precioso territorio donde la amenaza de tsunamis invita a preservar los manglares por constituir ellos barreras, se suma ahora la degradación ambiental como la causada por el derrame de crudo en el río Mira (2015), fruto de un atentado contra el oleoducto Transandino que produjo la mancha que se extiende hasta la bahía.

Epílogo

Imagen 5- Colombia- tipos climáticos de suelos por P- EPV y Escenarios de Cambio Climático al 2100 (Ideam)

En conclusión: Colombia debe poner sus ojos en salvar la deuda histórica con los territorios de las regiones Caribe y del Pacífico, ya que en la Zona Costera Continental Caribe participan ocho departamentos con una extensión de 26.898  km2, equivalentes al 2.4% del total nacional habitada en 2001 por el 13.5% de la población nacional; mientras que en la Zona Costera Pacífico (ZCP), son cuatro departamentos además de las islas de Gorgona, Gorgonilla y Malpelo, que participan con una extensión de 23,505 km2 equivalentes al 2% del territorio nacional que está habitado por el 1.8% de la población colombiana.

En todos estos territorios costeros e insulares de Colombia, las áreas críticas por la problemática ambiental mencionada, además los frágiles y estratégicos ecosistemas que los caracteriza, son los medios urbanos: Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Buenaventura, Tumaco y San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y en especial el Archipiélago por tener el mayor crecimiento demográfico entre todos.

Por el cambio climático, entre los escenarios de Colombia para el 2100 previstos para las zonas costeras y del Caribe según el IDEAM, están las amenazas por el incremento de la temperatura en varios grados y por la reducción de la precipitación –excepto en la Sierra Nevada-, dado que los porcentajes de hogares que se abastecen de aguas subterráneas es del 11.5% en la costa Caribe y del 4.3% en la costa Pacífica, y del 44.6% en San Andrés y Providencia. Dado lo anterior, se deberán implementar desarrollos tecnológicos para el uso eficiente, desalinización y reciclaje de agua y adaptación de sistemas de riego. Además, con un eventual ascenso de un metro en el nivel medio del mar se perdería un 10% del PIB Agrícola de los departamentos de la costa Pacífica y un 4.3% del PIB de los departamentos del Caribe insular, con graves consecuencias sobre el empleo. Finalmente, el país, que por no tener una visión marítima perdió a Panamá y mar en San Andrés, requiere ocuparse de la formación e investigación en la materia, para conocer desde una perspectiva científica integral el patrimonio que albergan nuestros mares, y el potencial ambiental, biótico y geológico que ofrecen para el futuro de la Nación.

 * Profesor Especial de la Universidad Nacional de Colombia, Miembro de la Corporación Aldea Global, Miembro Correspondiente de la Academia Caldense de Historia, Socio Honorario de la SCIA y Socio de la SMP de Manizales. http://godues.webs.com Manizales, julio 20 de  2023.

BIBLIOGRAFÍA

ENLACES U.N.

Amenaza climática en el trópico andino.

Bosques, Cumbre del Clima y ENSO.

Calentamiento global en Colombia.

Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

Clima andino y problemática ambiental.

Colombia: cuida y mira a tus océanos.

Colombia Intermodal: Hidrovías y Trenes.

Colombia – En el día Internacional de la Biodiversidad.

Colombia: retos y desafíos del cambio climático.
  Crisis del clima: y el calentamiento global ¿qué?

De la aldea cafetera a la ciudad fragmentada.

De la amenaza climática a la gestión del riesgo.

Desafío futuro- ciudades sostenibles e incluyentes.

Dimensión Socioambiental del Río Grande de La Magdalena.

Dinámicas del clima andino.

El camino por el Río Grande de La Magdalena

El campesino colombiano, como sujeto histórico y multicultural.

El catastro multipropósito: sistema clave rezagado.
El inestable clima y la crisis del agua.

El tortuoso camino de los acuerdos climáticos.

Ferrocarril Interoceánico Urabá-Cupica.

Fragmentación urbana y clima en Colombia.

Gestión territorial regional y cambio climático.

La creciente amenaza climática.

Magdaleneando hasta el Tolima Grande.

Nuestros mares en la economía planetaria.

Ola de calor en la antesala de El Niño.

ONG: desarrollo sostenible, gestión del riesgo y cambio climático.

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