Ecorregión Cafetera: tres temáticas de agenda pública 2021

Ecorregión Cafetera: tres temáticas de agenda pública 2021

Por: Gonzalo Duque-Escobar*

A continuación, tres temas propuestos para una agenda pública de interés nacional, vistos desde la Ecorregión Cafetera, y elaborados en el marco de las Elecciones Presidencial de Colombia de 2022. Ideas fuerza:

1- El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia PCCC. Se requiere una declaratoria del PCCC como sujeto de derechos bioculturales, pero bajo los preceptos de la Declaratoria de la IUNERSCO (2011), para resolver la crisis que afecta a 500 mil familias afectadas por un modelo de enclave fruto de haber convertido la caficultura colombiana en una agroindustria transformada en monocultivos intensivos en productos de base química y sin valor agregado por lo que solo le aporta el 0.8% al PIB, y para proceder a la restitución de los derechos de las comunidades rurales que viven del café y del ecosistema cafetero hoy degradado y fragmentado.

2- La hidrovía del Magdalena. Si el Magdalena es Colombia, al ver que con la degradación de los ecosistemas la pesca se ha reducido al 10%, y puertos notables de ayer como Honda, Girardot, Ambalema y Neiva, dejaron de serlo, se requiere no solo que Cormagdalena pase del Mintransporte al Minambiente para que cumpla su misión, sino también llevar la hidrovía hasta el Tolima Grande para extender los beneficios derivados de una economía del 50% del transporte respecto a la tractomula, lo que se traduciría en más de100 mil empleos y un incremento del PIB del 1.2%. No obstante, para que esto se dé, habrá que hacer que Cormagdalena acometa los dragados mediante Obra Pública, con prácticas amigables con el medio ambiente, ya que, si se recurre a una APP no se darán dichos impactos porque los beneficios modales se privatizarán, mediante los peajes. 

3- Ecorregión Cafetera: cambio climático y problemática del agua. Cuando se examinan las problemáticas socioambientales del agua en esta región ante el cambio climático, al encontrar que se trata de un paisaje verde deforestado donde los potreros superan 12 veces el área apta para pastos, y los bosques se han reducido 3,5 veces respecto a la superficie apta para dicho uso: es evidente la vulnerabilidad del territorio, relacionada con la regulación hídrica y el suministro de agua, y en particular en las cuencas de los ríos Chinchiná, Otún y Quindío que son las más degradadas dada esta problemática y su contaminación. Para asegurar el vital líquido en las capitales cafeteras, donde la minería, la expansión aguacatera y la expansión urbana son amenazas letales, se requiere declarar PNN a la Reservas de CHEC y Río Blanco en la Cuenca alta del Chinchiná-Guacaica como las fuentes abastecedoras de agua para Manizales, y al Distrito Regional de Manejo Integral de Suelos de la Cuenca alta del río Quindío donde aparece el Valle de Cocora, hábitat de la Palma de Cera o el árbol Nacional. Lo anterior lo hizo Pereira con el Santuario de Flora y Fauna Otún-Quimbaya.

El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia PCCC.

Imagen 1: Mapa del Paisaje Cultural Cafetero y obra del Maestro Luis Guillermo Vallejo.

Tal cual lo estamos advirtiendo en Colombia, con el calentamiento global además de los eventos extremos ocurrirían alteraciones climáticas preocupantes, ya que para finales del siglo XXI por cada grado centígrado de variación de la temperatura, se producirá un cambio altitudinal de 170 m en las zonas de vida de la ecorregión cafetera, fenómeno que además de incidir en la aptitud de los suelos, demandará una planificación que contemple la gestión del riesgo, el análisis de los cambios en el uso del suelo, y la valoración de los impactos sobre la biodiversidad y la disponibilidad hídrica, entre otros.

Para el Eje Cafetero según el IDEAM (2015), los escenarios 2011-2100 muestran que lloverá entre un 10% y un 40% más en el centro y occidente de Caldas, occidente de Risaralda y noroeste de Quindío, al tiempo que dichos cambios serán despreciables en el oriente caldense y cuencas medias del Otún y San Eugenio. Y en temperaturas, dichos pronósticos muestran que los incrementos que en dicho lapso estarían entre 1°C y 3°C, serían mayores en el valle del Magdalena, medianos en el corredor del Cauca, cuencas medias de La Miel y Guarinó y valles de La Vieja y Risaralda, y menores en páramos y subpáramos de ambas cordilleras.

Si quisiéramos mitigar los impactos de semejantes variaciones climáticas, la clave estaría en los bosques, ya que de cara al clima ellos tienen una doble función: retienen humedad y descargan las nubes: de la primera función, el resultado es la existencia de las aguas subterráneas y manantiales, y por lo tanto la regulación hídrica; y de la segunda además de la regulación climática también las lluvias resultan moderadas y bien distribuidas.

Pero la amenaza para el agua y la biodiversidad en la ecorregión cafetera, es la excesiva potrerización y falta de coberturas boscosas y conectividad biológica: según Alma Mater (2002) al tiempo que la superficie apta para potreros que es del 4% alcanzó el 49%, el potencial forestal que es del 54%, bajó al 19%, lo que expresa graves conflictos de uso del suelo que aún persisten y reclaman modelos agroforestales.

Siendo así, pese a contar con los escenarios de cambio climático del IDEAM, para la toma de decisiones en los procesos de ordenamiento y planificación territorial, se requiere de algo más para una construcción de un paisaje resiliente en este territorio biodiverso, multicultural y mestizo deforestado, cuya problemática no solo pasa por la adaptación al cambio climático, sino también por la crisis de la economía rural campesina de base artesanal.

La clave estaría en el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia PCC declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2005, por representar una oportunidad para hacer de dicho instrumento un factor de desarrollo rural integral en 47 municipios en su área principal y 4 más de su área de influencia, ya que allí se comprenden 340 mil hectáreas de la zona rural en 858 veredas cafeteras donde habitan cerca de 500 mil personas, que se suman a las 3.500 hectáreas de cabeceras municipales de la ecorregión, con poblados emblemáticos como Aguadas, Salamina, Neira, Marsella, Salento y Pijao.

Pero dada la disrupción del modelo cafetero en la ecorregión, para lograr su desarrollo rural y adaptarlo al cambio climático, si es que nos decidimos por el rescate de la estructura natural y simbólica con sus elementos tangibles e intangibles conexos a la cultura y al ecosistema cafetero: ¿por qué no declarar sujeto de derechos bioculturales el territorio del Paisaje Cultural Cafetero para ordenar su recuperación bajo los preceptos de la declaratoria de la UNESCO?

Lo anterior permitiría recuperar la vida de las comunidades rurales y la reconversión de su modelo agrario cafetero convertido en una agroindustria que ha destruido la biodiversidad, para abrir un claro de luz en este sector cuya crisis se explica por no haberle incorporado valor agregado al grano de oro, ya que con el PCC la suerte de los pequeños poblados cafetaleros dependerá de la salud del suelo y del agua, del sombrío para la biodiversidad, como también del transporte rural, del bahareque como arquitectura vernácula, y del bioturismo sumado a la venta de servicios y artesanías que expresen nuestro patrimonio cultural y natural.

Como referente, existe una recha donde los ingresos de los 400 mil habitantes urbanos de las capitales cafeteras Manizales supera cuatro veces superior y los ingresos de los pobladores de medios rurales en esta ecorregión.

La hidrovía del Magdalena.

Imagen 2: El Río Magdalena: la cuenca y la hidrovía.

Bienvenida la declaratoria del Río Magdalena como sujeto de derechos (24-10-2019), en beneficio de sus comunidades de pescadores artesanales y frágiles ecosistemas: deforestación, contaminación agropecuaria o minera con mercurio, y vertimientos urbanos al igual que el daño al río por la ganadería extensiva no paran; similarmente obras de infraestructura y jarillones que, arrasando caños y ciénagas fundamentales, alteran el ciclo de crecimiento de los peces y la oxigenación y depuración del río. En su cuenca que alberga el 48% de los cuerpos lénticos del país anfibio (ciénagas, lagunas y embalses), la vida espiritual y material para las comunidades ancestrales del “Río Grande” o Yuma, ha dependido del territorio, y los soportes esenciales para preservar su cultura son: la tierra por ser el espacio de donde manan los bienes que sostienen la vida: agua, semillas, plantas, y el propio río, que asimilado a un gran “árbol” tendido, tiene por raíces fuentes abastecedoras y por follaje humedales que alimentan la subienda.

Es hora de poner fin a la contaminación desde los afluentes hasta el propio valle, porque deteriora la salud y la vida; de recuperar la economía de aldeas de pescadores en declive, y de salvar especies nativas como el caimán, los manatíes y otras de peces cada vez más escasas, todas ellas afectadas tanto por el impacto de embalses que han alterado el ciclo natural de inundaciones y la conectividad biológica, como por el daño a humedales para dar paso a actividades agroindustriales y a la hidrovía. Con una longitud de 1.600 km entre el Páramo de las Papas en el Macizo Colombiano y Bocas de Ceniza en el Caribe -de los cuales 900 al Norte de Caracolí y 400 al Sur de Arrancaplumas, son navegables-, transita el río para bañar en su recorrido 125 municipios en tres zonas diferenciadas de su cuenca, ubicadas aguas arriba y aguas abajo de Honda y de El Banco, en su orden.

En la cuenca alta, Betania y El Quimbo con sus mega-embalses, al cambiar la vocación del territorio han dejado al Magdalena en una especie de abandono: poblaciones como Neiva, Purificación, Girardot, Ambalema y Honda como puertos o pueblos de pescadores están en decadencia. Ya en la cuenca medía, no sólo el trasporte fluvial toma fuerza aguas abajo de La Dorada, sino que poblados enteros aún dependen de la subienda en proceso de deterioro, dada erosión y sedimentación de las subcuencas deforestadas en un 80%, y los procesos de desecación de complejos de humedales afectados por falta de irrigación y conectividad biológica. Entrando a la cuenca baja donde aparece la Depresión Momposina, esa gran planicie inundable que cumple una función reguladora fundamental, el río se bifurca para recibir por El Brazo de La Loba a su principal afluente, el Cauca con la carga contaminante de 180 municipios; y al transitar desde El Banco, por Plato, Magangué, Mompós y Calamar, hasta Barranquilla, pese a la grave problemática por falta de drenaje y sedimentos, aún se hace evidente la riqueza ictiológica y ecosistémica del valle aluvial.

Pero ahora que se proyecta implementar un canal para la navegación a gran escala, los dragados sistemáticos y operación de barcazas deben respetar los derechos bioculturales del territorio: no se deben comprometer áreas ribereñas, ni calidad del agua, ni la pesca, porque la declaratoria exige además de reforestar cuencas, recuperar áreas bióticas deterioradas para preservar la diversidad ictiológica, de anfibios, batracios y demás especies nativas, recuperando la conectividad longitudinal y lateral afectada por jarillones y obras que secan caños y humedales que son soporte de los ecosistemas y la producción pesquera.

En este punto debo hacer un llamado al Gobierno Nacional sobre la concesión que se pretende restringida al rentable tramo Barranca-Barranquilla, olvidando el nodo logístico Honda–Salgar-La Dorada, lo que perjudica el interés nacional al dejar por fuera el segmento sur estratégico de la hidrovía, fundamental para el sistema intermodal de carga del país, ya que Purnio como punto cero de la navegación es alcanzable con un canal de 40 m a bajo costo, por ser un sitio no inundable que integraría carretera, ferrocarril e hidrovía con beneficio para Cundinamarca, Tolima, el Eje Cafetero y Huila, una región con un potencial de carga de seis millones de toneladas.

Cambio climático y problemática del agua.

Imagen 3: Eje Cafetero: escenarios de cambio climático al 2011. IDEAM (2015).

Aunque la Ecorregión Cafetera, gracias a su ubicación mediterránea en el centro y occidente de los Andes más septentrionales de América, donde la interacción de la atmósfera de la zona ecuatorial en conexión con el Pacífico, y en menor grado con la altillanura y la Amazonía, proveen un ciclo hidrológico dinámico, cuenta con un patrimonio hídrico abundante, aunque asimétricamente distribuido.

Allí, donde el agua puede convertirse en un notable factor de desarrollo y de bienestar social para la región, también el modelo agroindustrial cafetero soportado en monocultivos y en el uso de productos químicos, se constituye en una amenaza creciente como consecuencia del cambio climático y el avanzado estado de deforestación de sus cuencas.

Para la Ecorregión, entre los ecosistemas vitales están los páramos del Tatamá y Caramanta, con sus bosques alto-andinos muy húmedos delimitados por los 3.450 m de altitud, que se suman al PNN de los Nevados con su ecosistema nival y páramos del Complejo Volcánico Ruiz Tolima, la ceja sur del Complejo del Páramo de Sonsón, los Páramos y bosques alto-andinos de Génova, el Bosque de Florencia, varias reservas regionales y otras áreas municipales declaradas de interés ambiental.

En la Ecorregión Cafetera, en cuanto al sistema subterráneo sobresalen las zonas de recarga de los complejos de páramos y gran cobertura boscosa de bosques alto-andinos en las alta cordilleras Central y Occidental, las zonas del Roble en Quindío y alto del Nudo en Risaralda, nuestros páramos y las regiones del Oriente caldense con el bosque de Florencia, o los acuíferos del extenso Valle del Magdalena, el del Valle del Risaralda y el de Santágueda, y la cuenca del río La Vieja cuyo gran potencial de recurso hídrico subterráneo se asocia al Glacis que cubre más de 1/3 del Departamento del Quindío. Por la copiosa precipitación existe un recurso hídrico excedentario susceptible de aprovechamientos hidroenergéticos responsable, tanto en el Oriente de Caldas como en el alto San Juan.

El patrimonio hídrico más comprometido, es el de las Cuencas de Rio Chinchiná, Otún-Consota y Quindío; pero también existen potenciales problemas asociados al riesgo para el suministro de agua en el Corredor del Río Cauca y Norte de Tolima, donde dicha vulnerabilidad está asociada al déficit severo de agua de precipitación en temporadas de El Niño. Específicamente, la situación en de Cañón del Cauca entre Irra y Arma, se da por la escarpada topografía, el relativo bajo nivel de precipitaciones en la zona, la presencia de rocas impermeables, y en particular por la deforestación intensa consecuencia de la demanda de madera para la actividad minera.

En la Ecorregión Cafetera, además de reforestar las cuencas andinas buscando la apropiación social de prácticas forestales y productivas no conflictivas, se debe hacer lo propio en la lucha contra la deforestación. Para el Ideam, mientras la cifra entre 1990 y 2010 llegó a 310 mil hectáreas-año, en el Chocó y en el Amazonas se pierde la batalla contra la deforestación, este flagelo aún cobra cien mil hectáreas por año en la región andina colombiana, lo que supone destruir una quebrada cada año.

A modo de ejemplo, aunque ya se mostró la problemática de toda la ecorregión este es el caso de Caldas: Según Corpocaldas, de una extensión de 744 mil Ha, las coberturas verdes de dicho departamento en 2010 eran: 163 mil Ha en bosques (22%), 265 mil Ha en cultivos (36%) y 300 mil Ha en pastos y rastrojos (40%), tres cuantías que cubren el 98% de su escarpado y deforestado territorio. Entre las especies a proteger, está la guadua, planta emblema de Caldas y recurso fundamental nativo de la región andina que, por sus múltiples usos en el hábitat rural y urbano, se constituye en un elemento estructurante de nuestra cultura y en una impronta del paisaje de la ecorregión cafetera colombiana.

Entre los problemas relacionados con la calidad del agua en la Ecorregión y el Quindío, están la eutrofización, consecuencia de la contaminación con nutrientes (generalmente fósforo y nitrógeno), el nivel de carga orgánica y de patógenos (provenientes de las descargas de aguas residuales domésticas en centros poblados), la contaminación industrial (especialmente la asociada a industrias de alimentos), y la contaminación con mercurio (p.e. en las cuencas del Chinchiná y áreas de Marmato y Supía). En el Departamento del Quindío se reconocen tramos de fuentes hídricas contaminadas con altos niveles de coliformes en los ríos Quindío, Espejo y Roble, y en las quebradas Cristales, Mina Rica y Agua Linda, como consecuencia de vertimientos directos de las zonas urbanas y centros poblados.

Finalmente, y en cuanto al cambio climático ¿Qué?  Para el fin de siglo la temperatura del Departamento de Caldas, según el IDEAM, podrá aumentar en 2,4°C en promedio de acuerdo a los escenarios proyectados. Los principales aumentos dentro del se podrán presentar en la región magdalenense del departamento, en donde la temperatura podría aumentar hasta en 2,5°C sobre la temperatura actual de referencia. Y en precipitaciones, aunque según los escenarios modelados, Caldas no presentará disminuciones de precipitación para los periodos evaluados, estima el IDEAM que en general el Departamento tendrá aumentos de entre un 20% en 2040 y hasta un 28% para fin de siglo, y que en las subregiones Centro Sur, Bajo Occidente y Alto Occidente para fin de siglo la precipitación podrá aumentar hasta en 30%.

Para el IDEAM, los principales efectos podrían presentarse en los sectores de infraestructura vial y cuencas deforestados en zonas de alta pendiente, debido al aumento de los porcentajes de precipitación y precaria regulación hídrica. Además, las coberturas nivales hoy en retroceso, seguirán disminuyendo en volumen debido al incremento de la temperatura. Adicionalmente, debido a aumentos de precipitación y humedad, el sector agrícola podría afectarse por plagas sostenidas en el tiempo.

Para Risaralda, según el IDEAM (2015) a finales de siglo la temperatura de podrá presentar aumentos de hasta 2,4°C en los valles de los afluentes del Cauca, y un mayor el incremento hacia el poniente en Pueblo Rico y Mistrató donde la temperatura subiría 2,6° C adicionales. En precipitaciones, según el IDEAM, Risaralda podrá presentar aumentos importantes en promedio de hasta un 28%, y entre 30% y 40% en Pereira, Quinchía, La Celia y Balboa. En la cuenca del San Juan, y en vecindades del Cauca, se esperan los menores cambios de precipitación.

Los principales efectos para Risaralda se darían en el sector agrícola como consecuencia del aumento gradual y acentuado de precipitaciones, e incluso de plagas y enfermedades para los cultivos representativos en Pereira, La Celia y Balboa por el incremento de la humedad relativa. Igualmente, señala el IDEAM que debido a los aumentos en precipitaciones podrá darse cierre de vías en zonas de alta pendiente, como consecuencia de las mayores precipitaciones.

Estima el IDEAM que, para finales de siglo, Quindío podrá presentar aumento de temperatura sobre el valor actual, en especial hacia el poniente (Quimbaya, Montenegro, La Tebaida, Armenia, Circasia y Finlandia) donde podría incrementarse 2,3°C. Y en cuanto a la precipitación, el mayor aumento con un 24%, se daría hacia el N y NW, en los municipios de Quimbaya y Finlandia, según los escenarios modelados por el IDEAM. Los principales impactos serían en el sector agrícola consecuencia del aumento gradual y acentuado de las precipitaciones, posibilitándose la presencia de plagas en los cultivos representativos por el incremento de la humedad relativa. Al respecto, señala el IDEAM, cómo en la zona cordillerana las precipitaciones afectarían el sector turístico por cierre de vías asociados a procesos de remoción en masa.

Finalmente, así como tras las experiencias del desastre de la erupción del Ruiz (1985) y del terremoto del Quindío (1999), durante la última década se fortaleció el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres a nivel nacional, ahora el gran reto es, con dicho instrumento, enfrentar el cambio climático.

En la ecorregión, se deberán emprender políticas públicas para darle coherencia a las acciones ambientales y sociales del PCC, incluyendo el tema del calentamiento global. El sector agropecuario, deberá replantear el modelo agroindustrial cafetero desde la perspectiva ecológica implantando la agrofostería, y el ganadero las prácticas silvopastoriles para corregir el uso conflictivo del suelo.

El actual Plan de Desarrollo, deberá Implementar las políticas de ciencia y tecnología previstas en el Plan de Gobierno de Guido Echeverri (2016-2019) imbricadas con la cultura para resolver la brecha de productividad que sume en la pobreza los medios rurales del departamento. Desarrollar dichas políticas públicas ambientales, será fundamental para lograr enfrentar la problemática del riesgo y del cambio climático, y para soportar la sostenibilidad en la responsabilidad ambiental.

Fuentes bibliográficas y de consulta

Colombia: autonomía regional para cerrar brechas y conectar territorios. Duque-Escobar, Gonzalo. U.N. de Colombia Sede Manizales. Conferencia para el Foro Abierto Colombia Autonómica. Sep 9 de 2021.

Colombia tropical: ¿y el agua qué? Duque-Escobar, Gonzalo. Curso de Contexto en CTS. Universidad Nacional de Colombia, 2020-04-13.

CTS, Economía y Territorio. Duque Escobar, Gonzalo (2018). Universidad Nacional de Colombia, Manizales.

Cuenca alta de Yuma, el Río Grande de Colombia. Duque-Escobar Gonzalo. In Quehacer Cultural. Manizales. 26/08/2021.

Dinámicas Territoriales y Paisaje Cultural Cafetero PCC. Duque-Escobar, Gonzalo. Documento para el Diplomado de la Cátedra UNESCO. U.N. de Colombia 2020-08-07.

El Cuidado de la Casa Común: Agua y Clima en la Ecorregión Cafetera. Duque-Escobar. Gonzalo. In: Jornada Académica “Laudato Sí: El cuidado de la casa común”. U. C. de Manizales. Octubre 26 de 2016.

El territorio caldense: ¿un constructo cultural? Duque-Escobar, Gonzalo. In “II Encuentro de Saberes Dachi Kuita: El valor público como construcción de paz” ESAP Manizales. Noviembre 7 de 2019.

El territorio del río Grande de la Magdalena. Duque Escobar, Gonzalo (2018) [Objeto de aprendizaje] Universidad Nacional de Colombia.

Expansión aguacatera y Consulta minera VS El PCCC en el Eje Cafetero. Duque-Escobar, Gonzalo. Auditorio de la Institución Educativa Monseñor Antonio José Giraldo Gómez. La Merced, Caldas. Sábado 28 de 2021.

Hay que extender la hidrovía del Magdalena. Duque Escobar, Gonzalo. In: La Silla Vacía. Bogotá. Octubre 08, 2020.

La Gran Cuenca Magdalena-Cauca. Duque-Escobar, Gonzalo. Documento para el Contexto de CTS. Universidad Nacional de Colombia, 2021-02-10.

Navegando el Río Grande de La Magdalena. Duque-Escobar, Gonzalo. Universidad Nacional de Colombia, Documento preparado para el Contexto en CTS. U.N. de Colombia. 2020-05-10.

Oro de Marmato: miseria o desarrollo. Duque Escobar, Gonzalo. Universidad Nacional de Colombia. Ref: La Patria, Manizales 2011.04.11.

Paisaje Cultural Cafetero PCCC: disrupciones y derechos bioculturales. In: Conmemoración de los 10 años del PCC en Sesión Plenaria de la Honorable Asamblea Departamental de Caldas. Julio 7 de 2021.

Preservación Ambiental e Hídrica dentro de la Declaratoria del PCC de Colombia. Encuentro Regional de EAT del Eje Cafetero. Centro de Convenciones Fundadores. Manizales, Sep. 10 y 11 de 2019.

¿Réquiem por la Reserva de Río Blanco? Duque-Escobar, Gonzalo. Universidad Nacional de Colombia, 2020-08-01. Documento SMP Manizales-U.N. de Colombia.

Riesgos para el agua en la ecorregión cafetera de Colombia. Duque-Escobar, Gonzalo. Publicado en el Periódico UNAL, enero 11 DE 2018.

UMBRA: la Ecorregión Cafetera en los Mundos de SamogaDuque-Escobar, Gonzalo (2015). Museo Interactivo Samoga. Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.

* Profesor de la U.N. de Colombia Sede Manizales y Miembro de la SMP Manizales. http://godues.webs.com Manizales, Septiembre 9 de 2021. Portada: Los Mundos de Samoga. U.N. de Colombia.

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