Colombia bajo el agua: el cómo, el por qué y el qué.

Colombia bajo el agua: el cómo, el por qué y el qué.

Heladas en la Sabana de Bogotá

Por Gonzalo Duque-Escobar

Respuestas a tres preguntas de la Dra. Claudia Reyes, maestrante del IEU de la U.N. de Colombia.

1- Colombia tiene una normativa sobre Gestión del Riesgo que se fortaleció tras la tragedia de Armero;¿cómo se ejerce la gestión en el país?

•Colombia adoptó el Plan Nacional para la Prevención y Atención de Desastres – PNPAD-, mediante el Decreto 93 de 1998. Para el efecto, con varios CONPES diseñó la Estrategia para consolidar la ejecución del PNPAD (3146 de 2001) y creó el Programa de reducción de la vulnerabilidad fiscal (3318 de 2004), al tiempo que desarrolló los principios orientadores de política, para el manejo de la gestión del riesgo como componente de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) y de los Planes de Desarrollo Sectorial (PDT).

•Pero el país, además de cincuenta años de guerra que le han significado legiones de desplazados, en relación con los desastres naturales cuenta ahora con una institucionalidad que le permite profundizar en esta problemática, instrumento que se constituye en respuesta a lo anterior, construido durante más de tres décadas, y para lo cual inciden tres momentos: 1- Para el momento del desastre, con la erupción del Ruiz (1985) cuando se crea el Sistema Nacional SNAPD y la ONPAD; 2- Para el después del desaterré, tras el Terremoto del Eje Cafetero (1999) cuando se crea el FOREC responsable de la Reconstrucción; y para el antes del desastre tras La Niña 2010/11, cuando se formula la LOOT del 2011 para prevenir que se construyan poblados en zonas de amenaza.

•De la entonces Oficina Nacional para la Prevención y Atención de Desastres ONPAD, creada al implementar el Sistema Nacional y adscrita al Ministerio de Gobierno, se pasó a una estructura como la del Departamento de Planeación Nacional dotada de presupuesto, ya que cuenta con un Fondo de Calamidades robusto. Dicha estructura con esa capacidad operativa, legal y financiera a nivel Nacional, creo que no existe en otros países de la región.

•Así y todo, el asunto en Colombia, aún no está resuelto: no sólo porque existen cerca de 500 mil familias viviendo en zonas de alto riesgo, sino también porque gracias a las dinámicas crecientes del cambio climático, cada lustro tiende a duplicarse el número de damnificados. Según el DNP, entre 2006 y 2014 el país tuvo 2,3 millones de damnificados por desastres climáticos, conexos con factores antrópicos.

•Ver: Gestión del riesgo natural y el caso de Colombia.

Colombia: Dinámicas del Clima Tropical Andino.

El país anfibio.

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2. Las inundaciones son de los desastres más comunes en nuestro país; ¿a qué se debe el fenómeno?

•En 2021 y en lo corrido de este año 2022, hemos visto con preocupación cómo las lluvias nuevamente, además de provocar el desbordamiento de grandes ríos y de cauces menores, e inundar calles en zonas urbanas, han desencadenado flujos torrenciales a lo largo y ancho de Colombia, y deslizamientos que han obligado a las autoridades a cerrar vías. Sabemos que, en la Región Andina de Colombia, el clima es bimodal: aunque cada año tenemos dos temporadas secas que parten desde los equinoccios (junio 21 y diciembre 22) y dos húmedas a partir de los solsticios (marzo 21 y septiembre 22), con el ENSO, gracias al cambio climático ambas temporadas se hacen más secas con mas huracanes y tormentas mas intensas durante El Niño, y más húmedas con lluvias que superan registros históricos, durante La Niña.

•Si bien, la estabilidad del clima se ha visto amenazada por el cambio climático asociado con el calentamiento global, igualmente en Colombia a causa de dicho cambio, los glaciares se derriten, las sequías son más frecuentes y las tormentas más severas. Esta problemática que se expresa en eventos climáticos extremos y que ha impuesto un reto global que no tiene fronteras, obliga a evaluar dos factores: la Amenaza relacionada con el clima, y la Vulnerabilidad del medio local y las personas que lo habitan y transforman. Veamos: 1- la amenaza relacionada con el cambio climático, ya que de la estabilidad del clima depende la probabilidad de ocurrencia de los eventos extremos; y 2- la vulnerabilidad del territorio donde inciden factores que atenúan o facilitan el descontrol hídrico y pluviométrico, al igual que los deslizamientos y las sequías. En suma: de ambos factores, la amenaza y la vulnerabilidad, depende el riesgo de sufrir los desastres hidrogeológicos.

Como evidencia de la falta de regulación hídrica en la región Andina de Colombia, asociada a la pérdida del 80% de su cobertura vegetal, según Juan Darío Restrepo de EAFIT, la erosión en la cuenca del Magdalena-Cauca, cuya tasa anual por hectárea supera 4 veces la del Orinoco y Amazonas, cada año llega al Caribe una carga del orden de 150 millones de toneladas de sedimentos. Lo anterior, explica el por qué durante los últimos 30 años, no sólo se ha reducido la pesca en el Magdalena de 80 mil toneladas anuales a tan solo 7 mil por año, y el blanqueamiento del 80% de los corales entre Cartagena y Santamarta, sino también las inundaciones del Atlántico tras las rupturas del Canal del Dique y en el Bajo Cauca, consecuencia de la pérdida de la regulación hídrica en la cuenca, y del efecto regulador de la depresión Momposina y de los complejos de ciénagas en toda la cuenca baja, cuyos caños se han cerrado y los humedales sedimentado.

•Ver: Colombia Tropical ¿y el agua qué?

Gobernanza forestal para la ecorregión andina.

ONG: desarrollo sostenible, gestión del riesgo y cambio climático.

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3. *¿Cuáles son los retos de las ciudades colombianas en torno a la prevención de desastres por inundaciones?

•Dado que el cambio climático como amenaza es un asunto que sólo se puede mitigar a nivel global en su componente antropogénica, el reto está en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en cambiar la cultura del consumo asociada a un modelo de desarrollo energívoro; y para lo local además de bajar la huella ecológica, la clave estará en mitigar los factores de la vulnerabilidad donde entran además de factores socioeconómicos y culturales, la exposición a los eventos y la fragilidad del medio: esto es, además de mapear las zonas de amenaza en cada territorio, se requiere la construcción de sistemas de defensa frente a las riadas y crecientes, como de obras de urbanismo en la jungla de concreto que suplan las carencias reguladoras de las escorrentías entrando a la cultura del agua para ralentizar los flujos del sistema de alcantarillado construyendo la cultura de los ríos urbanos. También, en las zonas rurales se pueden prevenir inundaciones rápidas respetando el cauce y con alertas tempranas, pero más que esto, para las inundaciones rápidas y las lentas se requiere reforestar las cuencas andinas buscando la apropiación social de prácticas forestales y productivas no conflictivas, mediante estrategias que resuelvan los conflictos de uso del suelo, y hacer lo propio en la lucha contra la deforestación.

•Como referente, en Colombia donde casi la mitad de los ecosistemas está en amenaza, y se podría tener en alto riesgo de extinción un 10 % de sus especies cuando el gradiente de temperatura se incremente en un grado centígrado, la deforestación aún cobra unas cien mil hectáreas por año. Si en los últimos dos siglos la extensión de guaduales en el país se redujo ostensiblemente, puesto que se pasa de unos doce millones de hectáreas a sólo cincuenta mil, de las cuales cerca de 20 mil hectáreas están en la zona cafetera y 6 mil en Caldas; similarmente según el IAvH, de 9,7 millones de hectáreas de bosques húmedos que se tenían, sólo resta la cuarta parte, y de 9 millones de hectáreas de bosques secos, tan solo queda el 8%. En suma, en el país se requiere fortalecer con urgencia las instituciones ambientales, las políticas públicas en la materia, la gobernanza forestal, la reconversión de los sistemas productivos y la bioética ciudadana, con una perspectiva biocéntrica; y para el caso de las ciudades, entrar a la cultura de los ríos urbanos.

•Ver: Fragmentación urbana y clima en Colombia.

La adaptación de la ciudad al trópico andino.

Río Blanco, cuna de vida… 

* Profesor de la U.N. de Colombia. Manizales, marzo 25 de 2022. Respuestas a tres preguntas de la Dra. Claudia Reyes, maestrante del IEU de la U.N. de Colombia.

Fuentes  bibliográficas y de consulta:

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