Aviturismo: sector emergente y promisorio.

Aviturismo: sector emergente y promisorio.

Por: Gonzalo Duque-Escobar*

El turismo de naturaleza, entendido como aquella actividad que se enfoca en la observación, disfrute y recreación en espacios naturales, incluye el turismo de aventura, el turismo rural y el ecoturismo. Mientras el turismo rural consiste en el disfrute, la recreación y el descanso en el entorno natural, rural o campestre, para lo cual se propicia la participación en actividades que permitan el conocimiento de las costumbres y en general del modo de vida de las comunidades locales, el ecoturismo es el conjunto de actividades que el visitante realiza al aire libre, bien sea en áreas naturales o seminaturales con el fin de disfrutar de paisajes, flora o fauna, e incluso para conocer manifestaciones culturales cuyo conocimiento implica su comprensión, apreciación y conservación.

Del segundo ítem, interesa el aviturismo que consiste en observar e identificar aves en su hábitat natural, ya que resulta estratégico para Colombia por ser el primer país del mundo en diversidad de aves (más de 1900 especies), lo que equivale al 20% de las especies de aves en la Tierra, y donde al 2011 se reportaron 197 especies de aves migratorias, 193 casi endémicas y 79 endémicas; aunque pese a este gran potencial, dada la creciente pérdida de ecosistemas, también podríamos ser “el país de la extinción de las aves”. A nivel global según el Servicio de Vida Silvestre de Estados Unidos (2011), se registraron 47 millones de observadores de aves, de los cuales 17% toma un viaje internacional al año, lo que equivale a 3 millones de viajes por año, que representan un volumen de 6 millones de turistas a observar aves.

Dicha actividad, que exige buenas prácticas para un aviturismo incluyente y responsable, la guianza y una experiencia significativa, y la calidad del servicio, también es un sector promisorio para la Ecorregión Cafetera, en especial para mejorar ingresos de comunidades vecinas a áreas de interés ambiental. Como referente, en Latinoamérica, Colombia con Brasil y Costa Rica, aparece en el TOP 3 (2014), así: por el número de visitantes a áreas protegidas con vocación Ecoturística, Costa Rica 1,738,601, Brasil 7,305,178 y Colombia 917,146 visitantes; por superficie en áreas protegidas, Brasil 978,725 km2, Colombia 149,238 km2 y Costa Rica 13,132 km2; y en número de visitantes por km2 de Área Protegida, Costa Rica 132.4, Brasil 7.5 y Colombia 6.4.

Además de los Observadores expertos competitivos y muy dedicados, que traen su propio equipo, dispuestos a viajar largas distancias para ver aves raras o nuevas y aumentar su “lista de vida”, grupo que representa el 10% de los avituristas y cuyo perfil es predominantemente hombres entre 40 y 50 años; están los Observadores “Entusiastas” o medianamente especializados, que representan el 50% del total y que en mayor proporción son mujeres entre 50 y 70 años; y finalmente los Observadores “Casuales” o ecoturistas que participan con el 30%, y que combinan la observación de aves con otras actividades basadas en la naturaleza.

El país, dado que la conservación resulta fundamental para su desarrollo económico y social, en el marco del posconflicto, debería alinear esfuerzos con el proceso de paz en beneficio de comunidades rurales de la Colombia profunda, mediante políticas y estrategias que incluyan, además de formación en conservación del patrimonio cultural y natural, conocimiento expedito de su territorio y formación de guías; el tema de alimentación segura, calidad del alojamiento y saneamiento básico; e incluso el apoyo a comunidades locales para la seguridad durante el viaje y estancia, confiabilidad del transporte local, e información sobre actividades de complemento.

Siendo el turismo una de las actividades económicas más dinámicas del mundo, tanto por su aporte al PIB (10%) y generación de empleo (12%), el avistamiento de aves en Colombia, como subproducto del turismo de naturaleza complementado con ofertas de avistamiento de aves a nivel urbano tal cual lo hace Bogotá, podría centrar su atención en países como Estados Unidos y Reino Unido que tienen la demanda por aviturismo más grande a nivel mundial, y en particular en Europa y Norteamérica donde se encuentra la principal demanda potencial, ya que para el caso latinoamericano, el país debe competir con Perú y Costa Rica y en menor grado con Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela,

* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia http://godues.webs.com Ref.: La Patria. Manizales. Febrero 21 de 2022. http://godues.webs.com Imagen:

Fuentes bibliográficas:

Aviturismo. Instituto Distrital de Turismo – Observatorio de Turismo (2019).Alcaldía de Bogotá.

Aviturismo en Caldas: Potenciales y Retos. Catalina Casas, Ute Teske y Jorge E. Botero (2015). Sociedad Caldense de Ornitología

Estado de conocimiento de las aves del departamento de Caldas. Eliana Fierro-Calderón. November 2010. American Bird Conservancy.

Guía de Buenas Prácticas para la Actividad de Aviturismo en Colombia. Asociación Bogotana de Ornitología. 2017. Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Bogotá.

Listado actualizado de las aves endémicas y casi-endémicas. Sergio Chaparro-H.; María Ángela Echeverry-G.; Sergio Córdoba-C.; Adriana Sua-B. Revista IAvH, Vol. 14 Núm. 2 (2013).

Manual de identificación CITES de aves de Colombia. Roda J., Franco A. M., Baptiste M. P., Múnera C., y Gómez D. M. (2003). Editor: IAVH.

Manual para Principiantes en la Observación de las Aves. Gerardo del Olmo Linares (2009). Bruja de Monte.

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