Turismo espacial: ¿riesgos o beneficios?

Turismo espacial: ¿riesgos o beneficios?

El comienzo del turismo espacial ha traído preocupaciones por los posibles impactos climáticos. Sin embargo, puede ser una gran oportunidad de inversión y desarrollo tecnológico.

Por: Gonzalo Duque-Escobar*

Los primeros vuelos

Imagen: Perfiles de vuelo: el New Shepard de Blue Origin en AFP, y la SS2 del Virgin Galactic en BBC News.

Sesenta años después de que Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins llegaran a la luna, Richard Branson en su nave Virgin Galactic y Jeff Bezos en su cohete New Shephard, hicieron los primeros vuelos turísticos al espacio.

El viaje de Branson y el de Bezos son el principio del paquete turístico espacial que ofrecen. Actualmente, 600 personas han hecho reservas por 250 mil dólares. 

Branson es un magnate de 70 años y es el fundador del Virgin Group conformado por más de 360 empresas. La nave espacial en la que viajó fue construida por una compañía que fundó en 2004. La nave alcanza los 85 km de altura con el modelo SS2 y no despega por sí sola, sino que utiliza un avión transportador que la libera a una velocidad de Mach 1,2. A la altura de 15 km, enciende motores que la impulsan hasta alcanzar 90 kilómetros de altura.

Por su parte, Bezos es un ejecutivo de 57 años, fundador y director de la empresa Amazon. Bezos llegó al espacio, aunque sin orbitar la Tierra, en un cohete no piloteado y equipado con motor de hidrógeno líquido sin emisiones de carbono. Bezos viajó en compañía de tres civiles: su hermano Mark, Wally Funk y Oliver Daeme.

Turismo espacial

Imagen- Base lunar en Astrobitacora.com, y Base en Marte en Xataka.

Así no tengan la dimensión de la proeza de Gagarin que orbitó a 300 km sobre la superficie terrestre, los logros de Bezos y Branson se suman a los éxitos del sudafricano Elon Musk, fundador de la empresa de automóviles eléctricos Tesla.

La empresa de Musk, SpaceX fabrica naves aeroespaciales y provee servicios de transporte espacial. Su propósito es ofrecer vuelos a la Estación Espacial Internacional EEI.

Musk pretende emprender misiones privadas a Marte, aunque reconozca que estos viajes son peligrosos. Sin embargo, planea un tercer vuelo turístico de seis días que orbitará la Luna en 2023. Los viajes de Bezos y Branson son apenas la punta de un “iceberg” de un lucrativo negocio.

Los impactos

Imagen: Satélites registrados – Telos.fundaciontelefonica.com; y Chatarra espacial – BBC-News.

Actualmente, los viajes comerciales son los responsables del 2% de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero. A diferencia de los aviones comerciales, los cohetes actuales usan hidrógeno líquido. Además, son menos los vuelos espaciales que los comerciales.

Debido al impacto ambiental, las principales empresas, Airbus y Boeing, piden incentivos oficiales en vez de penalizaciones por el impacto ambiental. Además, reafirman sus compromisos de reducir en un 50% dichas emisiones en 2050 respecto del nivel de 2005, mediante una gestión más eficiente del tráfico aéreo y la reducción del consumo de querosene. Se suma el reto de apoyar el desarrollo tecnológico de aviones de motor eléctrico y de combustible alternativo como biocarburantes o hidrógeno.

En cuanto al turismo espacial, existe la pregunta de si se justifica una inversión de 1.000 millones de dólares y 17 años de trabajo a pesar de la posibilidad de accidentes, el riesgo de trabajar con cohetes y que no es claro que este proyecto contribuya a la humanidad.

El nuevo turismo espacial trae consigo el riesgo de la militarización y de la contaminación del espacio. Por este motivo, la carrera espacial de Bezos y Branson ha sido calificada como consumismo ofensivo y ostentoso. 

Sin embargo, hay que aceptar que detrás de este turismo hay intereses humanos que no son tan superficiales, como lo son las motivaciones de una experiencia humana singular.

El turismo espacial puede empezar con vuelos suborbitales bajos que ofrezcan experiencias satisfactorias y vistas espectaculares de la Tierra, mientras el sistema tecnológico se desarrolla.

El actual presupuesto de la NASA, estimado en 25 mil millones de dólares en 2020, es el 40% del que se le asignaba medio siglo atrás, cuando John F. Kennedy era presidente de Estados Unidos. La inversión privada va a beneficiar a la industria espacial. Actualmente, se está intentando elevar a 10 mil millones de dólares la financiación de la NASA.

La privatización de la industria aeroespacial invita a examinar lo ocurrido con el internet, un caso similar. Inicialmente, el internet fue una herramienta militar, que gracias al mercado pudo detonar. Esto trajo beneficios como la democratización de la información, la libertad de expresión y mayores opciones para el aprendizaje, entre otros.

* Profesor Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales. http://godues.webs.com [ In: Razón Pública, Bogotá, julio 26 de 2021] Portada: Izq. Nave espacial SS2-Virgin Galactic en Thegeekchurch.com. Der: New Shepard del Blue Origin en The-sun.com

Etiquetas: turismo espacial, Richard Branson, Jeff Bezos, Marte, Gonzalo Duque-Escobar.

Fuentes Bibliográficas

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