Gestión ambiental del riesgo en el territorio

Por: Gonzalo Duque-Escobar

RESUMEN: Colombia ha sufrido las consecuencias de fenómenos naturales propios del medio tropical andino, tales como sequías, inundaciones, terremotos, huracanes, erupciones volcánicas y deslizamientos de tierra. En dicha problemática la gestión integral del riesgo debido al cambio climático cuando arrecian El Niño o La Niña, y frente a la amenaza sísmica en nuestros medios urbanos, seguirá siendo el desafío más relevante. Veamos algunas acciones y estrategias de carácter participativo y elementos de la política pública para lograr mediante la apropiación del territorio, la necesaria adaptación ambiental y la reducción de la vulnerabilidad a las amenazas naturales.

Entre los desafíos socioambientales para adaptar el hábitat a las amenazas naturales, en particular las asociadas al cambio climático y a los sismos como generadores de potenciales desastres en Colombia, y a otras problemáticas ambientales del medio urbano y rural, a pesar de haberse institucionalizado la gestión del riesgo con la creación y desarrollo alcanzado por el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres (SNPAD), para lograr una adaptación del hábitat a las amenazas naturales y a otras demandas del medio ambiente, se deberá propiciar una cultura ambiental que facilite la apropiación social del territorio para la gestión participativa del riesgo y el incremento de la resiliencia, mediante el empleo de estrategias de adaptación al cambio climático, relacionadas no sólo con la planeación participativa y el cumplimiento de la normatividad, sino también con un modelo de ocupación no conflictivo del suelo.

No solo nuestras grandes ciudades deberán enfrentar sismos intensos en regiones sismotectónicamente activas, sino también cientos de municipios del país están en riesgo potencial por la falta de agua como consecuencia de la deforestación, lo que también agrava la dimensión de su vulnerabilidad a los desastres naturales, en especial a los eventos climáticos extremos consecuencia del cambio climático, como generadores de incendios forestales y sequías, o también de deslizamientos y riadas en ambientes de montaña, e inundaciones, y huracanes o procesos erosivos ocasionados por cambios en el nivel del mar, en nuestros medios costeros. Si las amenazas climáticas deben abordarse desde la perspectiva de las cuencas y microcuencas, las corporaciones regionales deberán intensificar las medidas correspondientes de cara a la protección de los ecosistemas estratégicos, al aseguramiento de las fuentes de agua y a la prevención de las amenazas hidrogeológicas.

A lo anterior, deberían sumarse otros aspectos relevantes, como: 1 Riesgos ambientales urbanos donde el espacio público brilla por su compleja problemática y el patrimonio arquitectónico se ha degradado. 2- Alteración severa de los ecosistemas y áreas de interés ambiental, por no prevenir los efectos antrópicos de una expansión urbana inconveniente. 3- Contaminación hídrica y de los suelos, por altos niveles de concentración de vertimientos industriales y agroindustriales. 4- Guetificación de la ciudad, consecuencia de un modelo de ciudad inequitativa y excluyente, fruto de la especulación con la renta por plusvalía urbana.

Por lo tanto, dicho lo anterior, en cuanto a políticas públicas, podríamos mejorar si consideramos: 1- Estamos urgidos de una política pública ambiental, que le apueste a objetivos estratégicos coherentes y viables, entre ellos una gestión integral del riesgo, mediada por procesos de carácter participativo para alcanzar la sostenibilidad de los procesos de cambio. 2- Requerimos decisiones democráticas, sobre derechos civiles expresados en los planes de desarrollo, soportados en unos usos no conflictivos del suelo espacializados en el plan de ordenamiento y concertados con los actores sociales incluidas las comunidades de base. 3- Se debe implementar una pedagógica popular ambiental para la apropiación de los procesos de cambio, como estrategia que posibilite el empoderamiento del territorio, para una construcción participativa con el concurso de los actores del territorio.

Y finalmente, en cuanto a la gestión del riesgo, los instrumentos a contemplar, serían: a) La previsión a corto plazo que atañe a la instrumentación de los fenómenos geodinámicos, las alertas tempranas y la modelación de los eventos probables. b) La previsión general de los desastres donde resultan vitales los mapas de amenaza para resolver la ocupación conflictiva del suelo e implementar los modelos de exposición al riesgo. c) Medidas de prevención tanto con mejoras físicas o estructurales, como de gestión eficiente de los sistemas estratégicos y líneas vitales. d) Medidas de preparación asociadas a la planificación de acciones rápidas y eficaces, para restaurar los servicios y controlar o mitigar los daños al sistema y al ambiente. e) El plan general que debe diseñarse en función del riesgo de cúmulo, de importancia para las autoridades. f) El plan operativo diseñado en función del riesgo específico, que dé respuestas a las inquietudes locales. g) La educación para una cultura ambiental que propenda por la apropiación social de la gestión del riesgo, y por la prevención de los desastres por la vía de la planificación y del ordenamiento del territorio.

* Profesor Universidad Nacional de Colombia http://godues.webs.com Imágenes: Mocoa 2017, Foto: Carlos Julio Martínez.  Inundaciones del río Magdalena durante La Niña 2010-11. Fuente, El Espectador. [La Patria. Manizales, 2018-02-26]

ANEXO

Caso Río Blanco por urbanismo en La Aurora Ver en Pag 31 del Estudio de HTM (2014), el ancho sugerido de 700 m para una ZFA en una una RFP como la de Río Blanco. Pregunto: ¿por qué construir Tierraviva en la frontera de la Reserva? ¿Acaso no se estaría violando el Decreto 2372 de 2010, Art 19 y Art 31? Mayor información en: Río Blanco, cuna de vida… 

ENLACES U.N.:

Adaptación al cambio climático para Manizales.AGUA, ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y DESASTRES

Agua y Clima; el cuidado de la casa común

Anotaciones sobre el riesgo sísmico en Manizales.

ASPECTOS GEOFÍSICOS DE LOS ANDES DE COLOMBIA.

ASUNTOS DEL CLIMA ANDINO EN COLOMBIA.

Bosques en la cultura del agua.

CALDAS EN LA BIORREGIÓN CAFETERA.

Clima extremo, desastres y refugiados.

Colombia: riesgos geodinámicos y hábitat.

FISIOGRAFÍA Y GEODINÁMICA DE LOS ANDES DE COLOMBIA.

EL INESTABLE CLIMA Y LA CRISIS DEL AGUA.

EL SINIESTRO DE MOCOA, DESIGNIO DE LA IMPREVISIÓN.

El desastre de Armero a los 30 años de la erupción del Ruiz.

El Paisaje Cultural Cafetero.

El Ruiz continúa dando señales…

En el Volcán Nevado del Huila: incertidumbre y éxodo.

Fundamentos de Economía para el Constructor.

GEOTECNIA PARA EL TRÓPICO ANDINO.

GESTIÓN DEL RIESGO.

Gestión del riesgo natural y el caso de Colombia.

GESTIÓN AMBIENTAL, DEL PATRIMONIO NATURAL EN COLOMBIA…

Huracanes y terremotos acechan.

Ingeniería, incertidumbre y ética.Irma arrasa las Antillas Menores.

La encrucijada ambiental de Manizales.

Las Cuatro Estaciones para reflexionar sobre cambio climático.

LAS CUENTAS DEL AGUA.

Lecciones de Río Blanco: más ecosistemas para enfrentar la crisis del agua.

Legalidad y sostenibilidad de la guadua en la ecorregión cafetera.

Manizales: un diálogo con su territorio.

MANUAL DE GEOLOGIA PARA INGENIEROS.

Pacífico biogeográfico y geoestratégico colombiano.

¿Para quién la plusvalía urbana?

PENSAMIENTO CRÍTICO PARA CONSTRUIR LA PAZ.

Plusvalía urbana para viabilizar el POT de Manizales.

Procesos de Control y Vigilancia Forestal en Colombia.

Riesgo en zonas de montaña por laderas inestables y amenaza volcánica.

RIESGOS PARA EL AGUA EN LA ECORREGIÓN CAFETERA DE COLOMBIA.

RIESGO SÍSMICO: LOS TERREMOTOS.

Sismo, bahareque y laderas.

SISMOS Y VOLCANES EN COLOMBIA.

Sol, clima y calentamiento global.

Textos “verdes”.

Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo…

Vulnerabilidad de las laderas de Manizales.

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